viernes, 16 de abril de 2010

ACIDO FOLICO

El ácido fólico (ácido pteroglutámico), folacina ó vitramina Bc. En forma natural se encuentra en el hígado de los animales, levaduras y verduras; del 50 al 95% del folato de los alimentos se destruye por la cocción, o por el largo tiempo de permanencia en los envases de conserva.
Su uso estaba indicado en él tratamiento de la anemia megaloblástica (nutricional); en los años 90s, estudios científicos demostraron que la ingestión de 0.4 mg. De ácido fólico ayudan a prevenir los defectos congénitos relacionados con el cerebro y la médula espinal, “llamados defectos del tubo neural”; en México es publicada la NOM-034-SSA2-2002. Para la prevención y control de los defectos al nacimiento. En donde se norma su uso.




El ácido fólico es útil si se toma antes de la concepción y durante las primeras semanas del embarazo, debido a que los defectos del tubo neural se originan durante el primer mes de embarazo, antes de que muchas mujeres sepan que están embarazadas; por lo tanto es importante que todas las mujeres tengan suficiente ácido fólico en su organismo antes de la concepción. Es altamente recomendable que todas las mujeres en edad fértil tomen ácido fólico.
Los estudios científicos han demostrado que si todas las mujeres consumieran la cantidad recomendada de ácido fólico antes y durante la primera etapa del embarazo, se podría prevenir hasta un 70% de todos los efectos del tubo neural. El tubo neural es la parte del embrión a partir de la cual se forman el cerebro y la médula espinal como ya se mencionó este tubo neural se forma el primer mes después de la concepción si esta formación no se realiza bien da lugar a varios defectos, los más frecuentes son la espina bífida y la anencefalia; la espina bífida o espina dorsal abierta afecta la columna vertebral y en ocasiones a la médula espinal, teniendo los niños afectados parálisis en las piernas y problemas serios en la vejiga e intestinos y a veces problemas neurológicos y de desarrollo. En la anencefalia el bebé nace con el cerebro y el cráneo subdesarrollados y este defecto es fatal.
El ácido fólico también puede ayudar a prevenir: labio leporino, paladar hendido, defectos cardíacos y reducir el riesgo de prematurez.
La cantidad de ácido fólico que se recomienda es de 0.4 mg. Diariamente durante todo el embarazo y una dieta saludable que incluya vegetales de hojas verdes, naranjas, melón, plátano, leche, granos e hígado de res y de pollo.

Dr. Lorenzo Almazán Bonora
drelbonora@hotmail.com
Teléfono: 01 687 87 2 2486.
Guasave, Sinaloa.

Algunos comentarios sobre educacion en nuestros niños










La educación es una búsqueda del significado y el propósito de la vida, con el fin de descubrir la manera correcta de vivir y procurar el bienestar. Por lo tanto, es siempre un proceso interminable, que impulsa a los seres humanos hacia la madurez.

Y el aprendizaje: Cambio perdurable en el comportamiento que ocurre como resultado de la experiencia.
Como padres y pediatras tenemos un papel preponderante en este momento crítico en el cual se sufre problemas graves de seguridad y no menos importante seria situación educacional que para superarla los expertos consideran que serían necesarios 15 o 20 años y vale la pena preguntarnos que estamos haciendo ante la situación.
Respecto a nuestros hijos vale la pena recordar y leer con ellos las palabras del Dr. Carlos Heckthever de los padres malos.
Los amé lo suficiente como para haberles preguntado a donde iban, con quién iban y a qué hora regresarían.
Los amé suficiente para hacerles saber, aunque no les gustara que aquel nuevo amigo no era buena compañía.
Los amé lo suficiente para hacerles pagar las golosinas o las revistas que tomaron, y decirle al dueño nosotros nos las llevamos ayer y queremos pagarlo.
Los amé lo suficiente para permanecer de pie dos horas, junto a ustedes mientras limpiaban su cuarto, tarea que yo habría hecho en 15 minutos.
Los amé lo suficiente para dejarles ver además del amor y el orgullo que sentía por ustedes, la decepción y también las lágrimas en mis ojos.
Los amé lo suficiente para dejarles asumir la responsabilidad de sus acciones, aún cuando sentí que se me partía el corazón, y ante todo los amé lo suficiente para decirles NO, cuando sabía que ustedes podrían odiarme por eso (y en algunos momentos sé que me odiaron).
Y cualquiera de estos días, cuando mis nietos hayan crecido lo suficiente para entender la lógica que motiva a los padres; cuando ellos les pregunten si sus padres eran malos, mis hijos les dirán: Sí nuestros padres eran malos. Los otros chicos comían golosinas en el desayuno y nosotros teníamos que comer cereales, huevos y leche; los otros chicos bebían refrescos y comían papas fritas y helados nosotros: arroz, carne, verduras y frutas.
Mamá y papá tenían que saber quiénes eran nuestros amigos y que hacíamos con ellos; nosotros tuvimos que esperar hasta los 16 años para volver tarde por la noche y no se acostaban hasta nuestro regreso para ver y oler en qué estado nos encontrábamos.
Por culpa de nuestros padres no estuvimos envueltos en problemas de drogas, robos, actos vandálicos, embarazos no deseados, ni estuvimos presos por ninguna causa, todo fue culpa de ellos.

También debemos referir el decálogo del juez Emilio Calatayud para hacer un delincuente:

1. Dele todo lo que le pida.

2. No le de formación espiritual ni moral.

3. Si dice palabrotas festéjeselo.

4. No lo regañe nunca ni le diga que está mal lo que hace.

5. Hágale todo, que no tenga esfuerzo

6. Déjele leer todo lo que llegue a sus manos, que vea todos los programas de TV y películas que se le antojen.

7. Peléese con su esposa y discuta con ella en su presencia.

8. Dele todo el dinero que quiera gastar.

9. Vea que todos sus deseos se cumplan.

10. Póngase de su parte en todos los conflictos con sus profesores, vecinos y amigos.

Y al final discúlpese diciendo: “ Nunca pude con este muchacho”.



No olvidar que los niños aprenden lo que viven. Dorothy Law Nolte.
Si un niño vive con crítica, aprende a condenar.
Si un niño vive con hostilidad, aprende a pelear.
Si un niño vive con miedo, aprende a ser tímido, receloso.
Si un niño vive con lástima, aprende a tener lástima de sí mismo.
Si un niño vive con celos, aprende lo que es la envidia.
Si un niño vive con vergüenza, aprende a sentirse culpable.
Si un niño vive con ánimo, aprende a ser confiado.
Si un niño vive con tolerancia, aprende a ser paciente.
Si un niño vive con halagos, aprende a apreciar.
Si un niño vive con aceptación, aprende a amar.
Si un niño vive con aprobación, aprende a quererse a sí mismo.
Si un niño vive con reconocimiento, aprende que es bueno tener una meta.
Si un niño vive compartiendo, aprende la generosidad.
Si un niño vive con honestidad y justicia, aprende lo que son la justicia y la verdad.
Si un niño vive con seguridad, aprende a tener fe en sí mismo y en los que lo rodean.
Si un niño vive con amigabilidad, aprende que el mundo es un lugar bonito para vivir.
Si vives con serenidad, tu hijo va a vivir con paz mental.
Con qué está viviendo tu hijo?
Recopilación Dr. Lorenzo Almazán Bonora.
Guasave, Sinaloa.
01 687-87 22486.

lunes, 12 de abril de 2010

Divorcio y estado emocional en los niños.


Por Dr Alfonso Rodríguez Jaramillo


La Separación y Divorcio de los Padres ha presentado un incremento de su prevalencia en Norteamérica, pues se estima que entre un 40 a un 70% de los niños experimentan el divorcio de sus padres. 1. En Canadá por ejemplo, en 1997 hubo 151,224 matrimonios y 67,408 divorcios. Entre 1971 y 1991 los rangos de matrimonio disminuyeron y los de divorcio incrementaron. Otro dato interesante es que en 1991, 82% de las familias con una sola figura paternal fueron dirigidas por una mujer. 2

La familia implica más que garantizar la supervivencia y el crecimiento físico del hijo, ya que es también la promotora fundamental de su desarrollo social y afectivo, gracias a que el niño puede transformarse, desde el inicial individuo biológico que es al nacer, hasta una individualidad biopsicosocial como persona. Por ello, resulta esencial el establecimiento de relaciones de vinculación afectiva o de apego del niño, con sus progenitores o con las figuras que se encarguen de su cuidado.

Al final del primer año de vida, el bebé está ligado afectivamente con ciertas figuras significativas de su entorno, aunque será desde entonces cuando tales relaciones se van a enriquecer y a afianzar a partir de un proceso interactivo con las personas que le son importantes, precisamente las llamadas figuras de apego. Una vez establecido el lazo afectivo con ellas, el niño muestra su vinculación afectiva a través de conductas que buscan la proximidad física y el mantenimiento del contacto con las personas con las que se siente emocionalmente ligado, quienes ejercerán una poderosa influencia sobre su desarrollo psicológico y social. Una historia de interacción fundamentada en el cuidado e interés por el otro es el factor más importante para establecer un apego seguro, mediante el cual el bebé utiliza a sus figuras significativas como base para el bienestar emocional y la exploración del entorno, siendo además una herramienta clave para que vaya descubriendo y ampliando su conocimiento del mundo.

Los estudios realizados sobre la vinculación afectiva en los primeros meses de la vida, evidencian que los bebés desarrollan este nexo con ambas figuras parentales y que las funciones de las mismas son similares.

En lo que se refiere a la relación con la figura paterna, ya a los tres meses de vida se puede predecir la seguridad del vínculo entre el padre y el bebé 3

Cabe destacar al respecto, en contra de lo que tradicionalmente se ha considerado, que los estudios referidos en este sentido evidencian que la figura parental masculina puede ser igual de sensible y tener la misma capacidad de respuesta ante las necesidades y demandas del hijo que la figura materna. En particular, los padres varones que están muy cerca de sus bebés ejercen sobre ellos una influencia positiva muy significativa en el ámbito cognitivo 4

Ha de resaltarse que la calidad de las relaciones afectivas que se forman en la infancia determinan la capacidad para establecer relaciones íntimas durante toda la vida adulta, de modo que la relación entre el niño y sus padres es para siempre, siendo un vínculo que los une en el espacio y perdura en el tiempo. Por ello, los niños que en la infancia tienen una base de seguridad y pueden contar con las figuras parentales, desarrollan y afianzan el suficiente sentimiento de confianza en sí mismos como para relacionarse con el mundo de manera sana y provechosa: cuanto más seguro sea el vínculo afectivo de un niño con los adultos que lo cuidan y educan, más garantía hay de que se convierta en un adulto psicológicamente adaptado e independiente y de que establezca buenas relaciones con los demás 5

La provisión de estabilidad afectiva y emocional que requiere el desarrollo infantil puede verse seriamente amenazada por la separación o el divorcio de los padres, especialmente cuando el apego aún no está suficientemente afianzado 6

Es conocido, al respecto, que la mayor proporción de niños con desajustes psicológicos tiene una media de edad de seis años o menos en el momento de la ruptura, de cuyo conjunto una gran parte muestra más desajustes psicológicos a lo largo de su vida que los que pertenecen a familias intactas, si bien tales desajustes no siempre alcanzan niveles clínicos o significativos para establecer un desequilibrio emocional. 7,8,9

Las conexiones existentes entre la separación o el divorcio de los padres y las anomalías conductuales o de carácter del niño han sido propuestas desde una amplia variedad de trabajos de investigación, a partir de los cuales se han identificado algunas variables que pueden incidir más significativamente que otras en la aparición de diversos trastornos psicopatológicos infantiles, habiendo permitido también una aproximación a las vivencias infantiles que desarrollan los hijos en este conflicto.

En ese proceso de transformación de individuo biológico en persona, la afectividad ocupa un lugar excepcional. Desde muy tempranamente, los bebés empiezan a desarrollar vínculos afectivos con ciertas figuras significativas del entorno familiar: se trata del apego. A medida que esos lazos afectivos se van consolidando, se despierta

en el niño la necesidad de adentrarse y explorar otros entornos sociales que, externos al entorno cotidiano, constituyen el mundo. Para que esto tenga lugar, es necesario que los adultos respondan empáticamente a las demandas de afecto y protección que reclama el bebé. Cuando las respuestas de los adultos a las necesidades del niño son estables, consistentes y amorosas, la convicción de que se es muy valioso para los padres se irá afianzando cada vez más, instaurándose los fundamentos del desarrollo del sentimiento de confianza básica en sí mismo, sustentado en la seguridad de disponibilidad incondicional de los padres, lo que proporciona recursos imprescindibles ante cualquier situación que pueda implicar peligro o amenaza a su persona.

La calidad de estas primeras relaciones afectivas no sólo son claves para el desarrollo

emocional, sino que también tienen repercusiones muy importantes en el desarrollo social del niño, al constituirse en el modelo representacional que va a guiar el tipo de relaciones que el sujeto establezca en el futuro.

Es importante señalar que existen una serie de características en el comportamiento del niño tras el cambio de la composición de la «familia», generando efectos negativos de la ausencia de la figura paterna, junto a la típica situación de la custodia de la madre, el incremento del estrés económico en el grupo y las subsiguientes consecuencias en el trato al hijo, los problemas que derivan del cambio que supone pasar de tener dos padres a tener uno solo y lo negativo que trae consigo la existencia de tensión entre los padres en el hijo.

El Dr Wallerstein 10 ha considerado que el sexo del niño determina diferencias en el desajuste tras un divorcio o separación, evidenciando que los chicos varones parecen tener mayores dificultades para superar la crisis, tanto en la intensidad de sentimientos negativos como en su duración, presentando más problemas escolares y más irritabilidad que las niñas.

Se clasifican en tres categorías los factores que afectan al ajuste del niño después del divorcio:

a) La pérdida de uno de los padres,

b) Los enfrentamientos entre los progenitores y

c) La disminución de sus funciones de paternidad.

El factor más relevante lo constituye la ausencia de la figura paterna, asociándola con un menor aprovechamiento escolar 11 tanto en chicos como en chicas, un bajo nivel de empleo laboral en el caso de los varones en la adultez y maternidades precoces cuando se trata de muchachas. La presencia del padre para un desarrollo armónico de los hijos también resulta crucial 12. De acuerdo con ello, el bienestar del hijo se sustenta en el ejercicio de una paternidad con autoridad moral y la existencia de estrechos sentimientos de afecto entre padre e hijo, siendo ello el mejor predictor de los resultados respecto a una inadecuada formación escolar, externalización de conductas problemáticas e internalización de problemas emocionales.

Considerando que, por la diversidad de factores que participan, los impactos del divorcio o separación pueden ser muy diferentes para cada niño, la mayor parte de la literatura científica al respecto es coincidente en que tales experiencias modifican completamente sus vidas: la gran mayoría de los hijos de separados o divorciados, ya desde los años inmediatamente posteriores a tales eventos, muestran marcadas anomalías en sus desarrollos, ya que cuando se produce una separación o un divorcio, tanto la infancia como el ejercicio de las funciones de paternidad de la pareja rota se ven desafiadas, aunque sea también cierto que en muchos casos tanto hijos como padres se pueden ver liberados de una convivencia infeliz e incluso a veces de situaciones con un final más o menos trágico. En el caso de los progenitores, el desafío surge porque tienen que reestablecer el funcionamiento económico, social y parental y en el caso de los hijos porque, a todas las edades, luchan con la desconcertante demanda de tener que redefinir sus contactos con ambos padres.

El estado de crisis del niño, cuando todavía está presente el lógico desequilibrio emocional del padre o de la madre tras la separación o el divorcio, puede exacerbar los problemas entre ellos en lugar de servir de apoyo mutuo, lo que es especialmente

influyente cuando los hijos son menores de tres años 13.

Los grandes cambios en las relaciones con ambos padres se acompañan de una elevada ansiedad en los hijos, especialmente cuando la ruptura los toma por sorpresa,

pues, dadas las peculiaridades de la psicología infantil, y teniendo en cuenta que el amor y la dedicación de sus padres ha desaparecido, tal sensación de pérdida lleva a los niños de todas las edades a la conclusión de que las relaciones personales armónicas son irrealizables, y, aún en los casos en que esas relaciones sigan siendo relativamente adecuadas, no hay garantías de que se mantengan en el futuro.

Estas creencias suelen continuar presentes en la adolescencia y en la adultez, al estar reforzadas por la experiencia personal en los años cercanos al pos-divorcio o pos- separación, debido al interés que los padres mostraron por hacer patente el desafecto

que sentían el uno por el otro.

En gran parte de las separaciones y divorcios, los padres toman sus propias decisiones respecto a la custodia de los hijos sin tener que recurrir al sistema legal vigente en su comunidad. Por lo general, estos acuerdos comunes incluyen que la madre se haga cargo de la custodia física de los hijos, sin que se impida la continuidad de los contactos con el padre o de que éste siga involucrado de alguna forma en la educación de los hijos. No obstante, con miras a salvaguardar el desarrollo infantil, hay una serie de legislaciones que tratando de regular el divorcio o de la separación de una pareja contemplan la equidad entre madres y padres como posibles custodios de los hijos, lo que se conoce como custodia legal compartida 14 .

Pero, aun en los casos en los que uno de los padres obtenga la exclusividad de la custodia, el acceso del niño al padre no custodio es fomentado y protegido por dichas leyes, al dotar a éste de la libertad para ejercer su derecho de visitas, incluso en los casos de separaciones o divorcios conflictivos o cuando la custodia del hijo es objeto de disputa legal entre ambos progenitores.

En cualquier caso, y por todo lo expuesto hasta ahora y con miras a favorecer un desarrollo infantil sano, considero que ante una situación de separación o divorcio en donde hayan implicados hijos de corta edad, se hace indispensable que los padres continúen proporcionándoles la seguridad y el afecto incondicional que necesitan para su adecuado ajuste y progreso evolutivo, lo que implica facilitarles el acceso libre y frecuente al progenitor no custodio, siempre que no se den contraindicaciones por trastornos psiquiátricos graves, etc. Esta recomendación requiere, pues, que se involucren lo menos posible a los hijos en los problemas surgidos entre ambos progenitores, habida cuenta que la ruptura de las relaciones en una pareja debiera afectar sólo y exclusivamente a sus dos miembros básicos.

El comportamiento de los padres que se describe en la lista de abajo pone en riesgo particular a los niños a efectos relacionados a la separación, los padres que exhiben ese comportamiento pueden responder bien con intervenciones psicológicas.

  • Después de la separación, un 25% de la custodia materna se compromete por depresión y distanciamiento emocional de sus niños.
  • Después de un divorcio, el conflicto de los padres sobre el cuidado sitúa a los niños en riesgo de problemas emocionales y de comportamiento.
  • El uso de substancias por cualquier padre puede ser un factor en inadecuación parental.
  • La ausencia de interés parental esta asociado con autoestima baja en la adolescencia.
  • El papel que juegan los padres es una pieza clave para dar protección y soporte a los niños en situaciones donde hay riesgo de abuso físico, emocional o sexual.

Conclusión:

La predicción de efectos a largo plazo es con mucho sencilla. El pronóstico a largo plazo depende del sexo del niño y los cambios subsecuentes en el estatus marital y el desempeño económico de quien se hace cargo de ellos. Los niños tienden a tener mas desórdenes del comportamiento que las niñas, y algunos de estos problemas pueden persistir muchos años después del divorcio. Las niñas por otra parte tienden a recuperarse más rápidamente del divorcio sin embargo en la adolescencia y en la edad adulta pueden presentar reemergencia de problemas, particularmente en la relaciones heterosexuales. Por otra parte si la madre divorciada se vuelve a casar las dificultades en los varones disminuyen (Quizás debido al efecto beneficioso de la figura masculina en casa) y las niñas generalmente reaccionan pobremente a la presencia de un padrastro.

De cualquier manera, si el divorcio o separación fue inevitable, la mejor recomendación es que la figura de custodia sea compartida por ambos padres y crearle una imagen positiva del otro padre que no tiene la custodia, ya que de cualquier manera el crear una imagen negativa del padre o madre separado que no tiene la custodia, redunda en una pobre adaptación en los niños, trastornos emocionales, mal desempeño escolar y repercusiones graves para su vida futura; así que el trabajo de ambos padres será hacer ver que las diferencias irreconciliables sucedieron entre ellos, que no tuvieron nada que ver los hijos y que ambos seguirán siendo un equipo en la formación, educación, desarrollo posterior de los hijos manifestando y reafirmando en todo momento que ambos progenitores son una figura positiva en la cual deberán descansar responsabilidades compartidas, y que los hijos puedan ver como un ejemplo a seguir, a pesar de vivir separados.

Bibliografía

1.- Emery RE, Coiro MJ. Divorce: consequences for children. Pediatr Rev 1995;16:306-10.

2.- Hanvey I, Avard D, Graham I, Underwood K, Campbell J, Kelly C. The Health of Canada’s Children: A CICH Profile, 2nd edn. Ottawa: Canadian Institute of Child Health, 1994.

3.- Fox, N.A.; Kimmerly, N.H.; Schafer, W.D., «Attachment to mother/attachment to father: A meta-analysis», Child Development, 1991, 62, pp. 210-225.

4.- Parke, R.D., Parenting in the new millennium, en J.P. McHale; W.S. Grolnick (eds.),Retrospect and prospect in the study of families, Mahwah, N.J., Erlbaum, 2002

5.- Fagot, B.I., «Attachment, parenting and peer interactions of toddler children», Developmental Psychology, 1997, 33, pp. 489-499.

6.- Beckwith, L.; Cohen, S.E.; Hamilton, C.E., «Maternal sensitivity during infancy and subsequent life events relate to attachment representation at early adulthood»,

Developmental Psychology, 1999, 35, pp. 693-700.

7.- Amato, P.R.; Keith, B., «Parental divorce and adult well-being: A meta-analysis», Journal of Marriage and the Family, 1991, 53, pp. 43-58

8.-Amato, P.R.; Keith, B., «Parental divorce and the well being of children: A metaanalysis , Psychological Bulletin, 1991, 110, pp. 26-46.

9.-Guidubalci, J.; Perry, J.D., «Divorce and mental health sequelae for children: A tow year follow-up of nation wide sample», Journal of the American Academy of Child Psychiatry, 1985, 24, pp. 531-538.

10.- Wallerstein, J.S.; Kelly, J.B., Surviving the break up: How children and parents cope with divorce, New York, Basic Books, 1980) (Wallerstein, J.S.; Blakelee, S., Second chances: Men, women and children a decade after divorce, Boston, Mass., Houghton Mifflin, 1989.

11.- McLanahan, S.; Sandefur, G., Growing up with a single parent: What hurts, what helps, Cambridge, Mass., Harvard University Press, 1994.

12.- Amato, P.R., «The consequences of divorce for adults and children», Journal of Marriage and Family, 2000, 62, pp. 1269-1287.

13.- Hetherington, E.M., Bridges, M.; Insabella, G.M., «What matters? What»s does no? Five perspectives on the association between marital transition and children adjustment», American Psychologist, 1998, 53, pp. 167-184.

14.- (Bauserman, R., «Child adjustment in joint-custody versus sole-custody arrangements: A meta-analytic review», Journal of Family Psychology, 2002, 16, 1, pp. 91-102.

Dr Alfonso Rodríguez Jaramillo
Coordinador Editorial Nacional de la Revista "Salud y Cuidados del Bebe" de CONAPEME para padres.
Centro Médico Pediátrico Londres
Retorno Venustiano carranza 532 col Flamboyanes
CP 77034
EMail: alfonsodoctor@hotmail.com
Chetumal, Quintana Roo, México
Tels: 983 20 873 11,983 20873 12
Fax 983 20 87313
Cel 983 8391630

Cuidados Dentales en los niños.


Dra. Dulce María Gutiérrez Lorenzo
Odontóloga Pediatra, Hospital Infantil de México Federico Gómez
Clínica Santa Mónica
Av. Palacio Nacional 165, colonia Metropolitana
2ª sección, Ciudad Nezahualcoyotl, Estado de Mexico.
Tel: 57652650



Los primeros dientes sirven para masticar, sonreír, hablar y para mantener el espacio necesario para los dientes permanentes Con la erupción del primer diente de leche, debe comenzar el cuidado bucal. La prevención de los problemas dentales consiste en una buena alimentación, cepillado correcto, fluoración y atención dental periódica.

La Academia Americana de Pediatría (AAP) enfatiza que el cuidador profesional de la salud pediátrica debe ser entrenado para establecer el riesgo de salud bucal sobre todos los niños comenzando a los 6 meses de edad. Este enfoque que además es sugerido por La academia Americana de Odontología Pediátrica (AAPD), y podría ofrecer muchas ventajas sobre el modelo actual, en el cual muchos niños no visitan al dentista hasta después de los 3 años de edad y muchos niños pobres no tienen acceso al cuidado dental del todo.
Dentro de este cuidado preventivo se citan los siguientes lineamientos:
1.- Limpieza de los rebordes alveolares antes de la erupción de los dientes mediante una gasa y agua potable, y posteriormente la limpieza de éstos al hacer erupción, para reducir la colonización. Uso del hilo dental cuando haya contactos interproximales entre los dientes, para prevenir caries interproximal.
2.- La primera consulta odontológica debe ser a los 6 meses.
3.- No utilizar pasta dental en la limpieza dental de los bebes.
4.- A partir de los cinco meses deberán:
a) Estimular las encías para favorecer el desarrollo de los maxilares y la erupción dentaria. Esto se logra permitiendo al niño morder objetos duros y fríos. Que además ayudan a calmar las molestias de la erupción de nuevos dientes.
b) Cuando Erupciones nuevos dientes se les deberá limpiar con un cepillo infantil suave y sin crema dental.
5.- Alrededor de los dos años se podrá aplicar pasta dental (del tamaño de una lenteja) para evitar que trague mucho y se evite el exceso de flúor.
6.- Flúor: La exposición óptima al flúor es importante para todas las dentaduras de los niños. Se debe tener precaución en la indicación de todos los productos con flúor. El uso terapéutico del flúor para las necesidades de los niños se debe enfocar sobre regímenes que maximice el contacto tópico, preferentemente en dosis bajas con alta frecuencia. Una pequeña capa de pasta fluorada para niños menores de 2 años disminuye el riesgo de fluorosis. El tamaño de un chícharo de pasta dental es apropiado para niños entre 3 y 5 años de edad.
7.- No deje que se duerma con un biberón con leche, jugo de fruta u otro tipo de líquido dulce
8.- Dieta: Después de la erupción del primer diente primario, la prevención de caries temprana de la infancia, es posible con la restricción de la alimentación mediante el seno materno o el biberón a comidas a sus horas y no permitiendo al niño alimentarse mientras duerme. La leche materna por sí sola, se ha demostrado que no tiene cualidades cariogénicas pero en combinación con otros carbohidratos es altamente cariogénica.
Esto fue el resumen de las medidas preventivas ahora veamos algunas enfermedades y el manejo más común de ellas.

Caries Dental: es quizá, la enfermedad infecciosa más frecuente que afecta a la población de Latinoamérica y Estados Unidos. Mas del 40% de los niños que se encuentran en guarderías y preescolares tienen caries.
La Caries Temprana de la Infancia (anteriormente llamada caries de biberón) puede ser particularmente una forma virulenta de caries, comenzando rápidamente después de la erupción, desarrollándose sobre superficies lisas, progresando rápidamente y teniendo un impacto perjudicial permanente sobre la dentición. La caries en dientes primarios puede afectar el crecimiento de los niños, dando como resultado dolor significativo, amenazas de infección y disminución por mucho de la calidad de vida. La caries es una biopelícula (placa) inducida por la desmineralización ácida del esmalte o dentina, mediada por la saliva. Dando tiempo, la interacción de microorganismo cariogénicos y carbohidratos fermentables (sucrosa) puede inducir la desmineralización, la cual puede progresar y perder la estructura del diente (cavitación).
Esta temida Caries resulta de un sobrecrecimiento de organismos específicos que son parte de la flora normal de la cavidad bucal. Estreptococos mutans y Lactobacilos. La transmisión vertical es el paso de las bacterias de la madre o niñera del niño hacia éste; el mayor reservorio desde el cual los infantes adquieren bacterias cariogénicas es la saliva de la madre.
La colonización vertical de Estreptococos mutans de la madre al hijo está bien documentada, de hecho genotipos de dicha bacteria ha sido encontrado idéntico en la mamá y en el niño aproximadamente en un 70%. La modificación de la flora oral de la madre en el tiempo de la colonización del niño puede impactar significativamente en el grado de caries del niño. Además una evaluación del riesgo sobre la salud bucal antes de un año de edad proporciona la oportunidad de identificar, referir e intervenir a pacientes de alto riesgo y provee oportunamente atención para el niño así como las medidas citadas antes.
La maloclusión: es un desorden del desarrollo del complejo craneofacial que afecta las arcadas, lengua, músculos faciales, y es el resultado de una interacción de factores ambientales y genéticos. Dichos desordenes pueden aparecer en dentición primaria, en donde la mordida anterior y posterior son las condiciones más frecuentes.
Los hábitos bucales, incluyen, entre otros, succión digital, succión pacífica (chupón), succión y morderse el labio, morderse las uñas, bruxismo, respiración oral y empujar la lengua.
El hábito de la succión no nutritiva (por ej. dedo o chupón) son considerados normales en bebés y niños pequeños y usualmente son asociados con su necesidad para satisfacer el deseo de contacto y seguridad.
La persistencia del hábito de succión no nutritiva, puede resultar en problemas a largo plazo, una evaluación profesional ha sido recomendada para niños de más de 3 años de edad.
La cantidad de deformaciones dentoalveolares son relacionadas con la frecuencia, duración, dirección e intensidad de ciertos hábitos y deben ser asesorados por el dentista. Los cambios pueden ocurrir en las estructuras dentoalveolares incluyen mordida abierta anterior o posterior, interferencia de la posición y erupción normal de los dientes.
En este panorama la alimentación con seno materno debe recomendarse por su efecto sobre el desarrollo normal de la oclusión ya que promueve el correcto desarrollo de las arcadas, el fortalecimiento de los músculos involucrados en el proceso de succión para obtener la leche materna. El pezón de la madre se adapta por sí mismo, a la forma de la cavidad bucal, permitiendo un perfecto sellado oral. Por lo contrario, el pezón artificial del chupón de la mamila, está hecho de un material más rígido, el cual crea una fuerza en el interior de la cavidad oral, causando un alineamiento inapropiado de los dientes y el crecimiento transversal del paladar, lo que puede ocasionar una mordida abierta posterior.
Niños con hábitos de succión no nutritiva (dedo o chupón), que continúan más allá de 48 meses de edad muestran más riesgo de tener una maloclusión que los niños con hábitos de corta duración. Y requieren ayuda especializada
PARA SABER MAS The American Academy of Pediatric Dentistry Clinical Guideline on infant Oral health Care AAPD reference manual 2004 The American Academy of Pediatric Dentistry Policy in Oral Habits. Reference manual 2000he American Academy of Pediatric Dentistry. Policy on dietary recommendations for infants, children and Adolescents. Reference manual 2008 The American Academy of Pediatric Dentistry. Policy on early Childhood caries: classifications, consequences and preventive strategies. Reference manual 2008 MENEGHELLO, Pediatría practica en diálogos, editorialpanamericana, primera edición, septiembre 2002, p.p.697-705 S. B. Finne, Odontología Pediátrica, editorialinteramericana, cuarta edición, p.p. 40_45. BAÑOS, Román Francisco Fernando, Refugio ArandaJacobo, Asociación Dental Mexicana, Volumen LX, No.1, enero-febrero 2003, p.p. 34-36

EL VALOR DE LA RESPONSABILIDAD.

Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda
Médico Pediatra y Bioeticista.
jorgechuck@terra.com.mx





El que una persona sea responsable de sus acciones en el devenir diario, siempre ocasiona una muy buena impresión además de que los beneficios ue este actuar proporciona son muy buenos.
La responsabilidad es la capacidad de reconocer y aceptar las consecuencias de las propias decisiones y de responder de los propios actos. Es la habilidad para decidir apropiadamente y con eficacia, es decir, dentro de los límites de las normas sociales y de las expectativas comúnmente aceptadas. Pero la responsabilidad requiere desarrollo en la medida que el niño va creciendo, entonces ¿a que edad se le debe educar en el valor de la responsabilidad? y la respuesta es: lo antes posible y esto va de la mano en cuanto el niño inicie a entender cosas sencillas del lenguaje hablado. Así se le dará suficiente confianza para llevar a cabo las tareas que le son asignadas pero en la medida en que su capacidad y habilidad aumenta será necesario asignar otras responsabilidades.
Estas son algunas pautas que pueden ayudar a los padres a fomentar el valor de la responsabilidad:
1.- Algo que es fundamental en el fomento de la responsabilidad es el promover que el niño tenga confianza en sí mismo y que como consecuencia el niño empezará a tomar responsabilidad de sus acciones.
2.- Dejar que hagan las cosas por sí solos, aunque al inicio salga todo mal y esto no deberá derivar en echarle la culpa por el mal resultado sino que mejor ayudarle a repetir la acción designada, valorando más el esfuerzo que el resultado obtenido, de esta forma se fomenta la autoconfianza del niño.
3.- Muchas veces al intentar una acción se enfrentarán al fracaso ya que de los errores se aprende bastante particularmente cuando se orientan hacia el análisis del porque las acciones salieron mal y aquí el apoyo de los padres es fundamental y no tratar de corregir con gritos, ofensas, golpes, etc.
4.- Para que los niños tengan confianza en explorar su mundo se requiere del apoyo irrestricto de los padres o de los adultos que se encuentran con el niño y cuando este apoyo sea necesario.
5.- Es fundamental que los padres muestren interés por lo que hace el niño, así como animarlo con una buena dosis de paciencia y tolerancia.
6.- Los niños aprenden lo que observan de los adultos y es un error el pensar que no se dan cuenta de lo que sucede a su alrededor, entonces una de las mejores formas de inculcar la responsabilidad a los niños se da cuando estos observan que los adultos se comportan de forma responsable. Hay que predicar con el ejemplo ya que esto no solo es una forma de enseñar, ES LA ÚNICA.
7.- Se deben de fijar normas y límites, así como ser coherente en la aplicación de las mismas sin sentimientos de culpabilidad o remordimiento pero muy importante también sin hacer sufrir al niño.
8.- Ayudar a que los niños desde pequeños formen decisiones empezando por elecciones simples o sencillas y en la medida que van creciendo se deberá de ir incrementando su capacidad de tomar decisiones más complejas y los padres deberán de ayudarlos de tal forma que el niño pueda buscar diferentes alternativas y que selecciones una de ellas.
9.- Hacer notar al niño que el esfuerzo es algo natural y suele ser muy importante que conozcan el valor de las cosas, el que se valgan por sí mismos, el que se enfrenten a dificultades a las que puedan sobreponerse de acuerdo a la edad, etc.
10.- Muy importante y fundamental al enseñar el valor de la responsabilidad es el de explicarle al niño con claridad lo que se espera de él y dando a conocer de tal forma que lo entienda y estableciendo claramente los límites para realizar tareas o deberes.
Sin embargo también como padres podemos fomentar la irresponsabilidad en los hijos de forma excesiva o exageraday esto se da cuando ante una acción que realiza el niño se le critica de forma excesiva o exagerada y exponiéndolo al ridículo o a la vergüenza. Estas acciones por parte de los padres deberán siempre de evitarse y se puede desarrollar gradualmente la conciencia de la responsabilidad recompensando a los niños por ser responsables, esto hará que cosechen éxitos con frecuencia y es indudable que se beneficiará de las consecuencias positivas de esos éxitos.
El enseñar a un niño a ser responsable le traerá grandes beneficios ya que se ha demostrado que los niños que aprenden a ser responsables entre otras cosas; tienen mejor rendimiento en la escuela, se relacionan mejor con maestros y compañeros, toman mejores decisiones, suelen intentar acciones, llevarlas a cabo y triunfar.

Dr. Jorge Adrián Chuck Sepúlveda
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